Es un grupo de órganos sensoriales que tienen la capacidad de captar sonidos, sin la capacidad de captar sonidos sería imposible hablar. En él también se encuentran un conjunto de receptores sensoriales que permiten mantener el equilibrio dinámico del cuerpo en el espacio, de tal manera que la recepción auditiva y el equilibrio son las capacidades fundamentales de este conjunto de órganos distribuidos en el oído.
Características físicas
Es una cavidad alargada conformada por huesos en su parte media y fibras nerviosas similares a vellosidades microscópicas. Internamente de color rosa o rojizo. Una cadena de huesecillos formada por el martillo, el yunque y el estribo, los cuales reciben sus nombres por sus similitudes con los objetos mencionados en sus propios nombres.
Funciones
La función principal del oído es la recepción y captación del sonido a través de la capacidad sensorial. Además, tiene la función de mantener el equilibrio y controlar los movimientos del cuerpo, para lo que cuenta con una cadena sensorial con células muy especializadas que responden con la recepción de ondas sonoras que viajan, o se transmiten, por el aire. La parte sensorial del oído tiene su origen en la vía auditiva y las estructuras que conforman el conjunto de células receptoras de sonido, y que colaboran en mantener el equilibro del cuerpo.
Ubicación
El oído se encuentra alojado de forma parcial en el hueso temporal del cráneo (en la cabeza), de ambos lados, izquierda y derecha, y simétricamente distribuidos a la misma atura. Parcialmente también se incrusta en los laterales del cuello, en el límite entre la cabeza y el mismo.
Funcionamiento
El oído funciona captando o recibiendo las ondas sonoras, y haciendo pasar esas ondas a través de todas las estructuras del conjunto de órganos que lo conforman, reteniendo impurezas del aire en el oído externo, y recibiendo las ondas a través de la estructura acústica, que es la oreja o el pabellón. Entrando por el conducto del oído externo, atravesando y haciendo vibrar la membrana del tímpano, para atravesar la cadena de huesecillos del oído medio. Las vibraciones al final de la cavidad llegarán a estructuras nerviosas que dan la señal de sonido al cerebro y de ese modo se puede procesar la onda en sonido real. También el oído funciona como una estructura de equilibrio del cuerpo.
Partes
Las partes anatómicas del oído son tres: oído externo, oído medio y oído interno.
● Oído externo: El oído externo está formado por un pabellón, conformado por una estructura elástica cartilaginosa, un lóbulo auricular, seguido de un pequeño tubo que tiene un tejido graso irrigado (vasos sanguíneos) y de aspecto fibroso. La grasa o cera que se encuentra en el oído externo, es una fina capa protectora que permite que no penetren agentes extraños como insectos, bacterias y algo que pudiera dañar la estructura más interna del oído.
● Oído medio: Especialmente formado por el tímpano, es una fina membrana que capta del oído externo las ondas sonoras. Esta estructura o cavidad timpánica se acopla desde la nasofaringe y se une a ella a través de la tuba faringotimpánica. La membrana timpánica es un tejido fibroso que separa el oído externo del medio. Luego se encuentran la cadena de huesecillos que llamamos el martillo, el yunque y el estribo, todos reciben el nombre por su forma similar a ellos. Los huesecillos de la cadena están conformados por un tejido óseo cartilaginoso, y se extienden por todo el oído medio desde la membrana timpánica hasta la membrana ovaloide. La cadena de huesecillo recibe las ondas sonoras que se extienden desde el martillo, pasando por el yunque y terminando en el estribo, cuando esto sucede, los huesecillos comienzan a vibrar. Al final del oído medio se encuentra la trompa de Eustaquio, que es la encargada de mantener la presión de aire, o regularla, para que no exceda el paso del mismo, y evitar así daños en el oído. Finalmente, luego de las vibraciones, la señal sonora llega al oído interno.
● Oído interno: Es la porción más interna del oído, la cual se encarga de recibir las emisiones de sonidos y hacerlas llegar hasta las fibras nerviosas que finalmente procesa el cerebro. Dentro del oído interno hay estructuras, una denominada cóclea, que contiene líquido y está cubierta de fibras nerviosas o pelitos, de tal manera que cuando el líquido comience a vibrar por la emisión desde el oído medio, se producen las señales de sonido que el cerebro procesará.
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